Científicos rusos denuncian que enormes cantidades de gas de efecto invernadero se liberan del fondo marino y se disuelven en las aguas de nuestro planeta.
El derretimiento del permafrost submarino en el Ártico genera una importante emisión de metano, un gas de efecto invernadero que puede provocar un cambio climático más intenso del que conocemos, así que científicos rusos realizarán una expedición para investigar cómo afectará esta circunstancia.
La industria de los combustibles fósiles produce más cantidad de metano de lo que se pensaba, según la investigación que hemos hecho y que demuestra que la filtración natural de este gas de efecto invernadero procedente de yacimientos de petróleo y gas es más moderada de lo que creíamos.
